Ríos desbordados, carreteras cortadas, bajos y garajes inundados y tejados por los aires son el parte de "guerra" dejado por la borrasca que barrió la comunidad ·· El vendaval registró ráfagas de más de 130 kilómetros por hora y la flota permaneció amarrada de nuevo
El fuerte temporal de lluvia y viento, con rachas de 120 kilómetros por hora, que barre Galicia está dejando un reguero de incidentes por toda la comunidad. Más de 150 concellos, gran parte de ellos ubicados en las zonas costeras de Pontevedra y A Coruña, que son los territorios más afectados, registraron ayer percances debido a los efectos de la intensa borrasca que arrasa el mapa gallego y que obligó a la flota pesquera a permanecer amarrada un día más.
La mayor parte de estos sucesos consistieron en caídas de árboles y anegamientos, sobre todo de bajos y garajes, pero también hubo incidencias en algo mas de medio centenar de carreteras, la mayoría de ellos solucionados en la mañana de ayer, según los datos que facilitó la Consellería de Medio Ambiente. Pese a todo, había cuatro puntos, las vías que unen Santiago-Brión; Ourense-Trives; A Gudiña-A Rúa y Ourense-Gustei, afectadas por desprendimientos, en los que continuaban trabajando los equipos de obras para retirar las tierra caída. El desbordamientos de muchos ríos fue otra de las constantes en la jornada de ayer. Así, en la provincia de Ourense, el río Miño inundó las termas de A Chavasqueira en la capital ourensana. También provocó inundaciones el desbordamiento del río Támega, en Oímbra. El río Neira, en O Páramo y el Azumara, en Castro de Rei, ambos en Lugo, también se desbordaron. En la provincia de A Coruña se produjo asimismo un desbordamiento del río Tambre, en Sigüeiro. Además, las intensas lluvias causaron desbordamientos en el lugar de Vila en el municipio ourensano de Calvos de Randín, donde el río se llevó por delante un puente, lo que provocó que los habitantes de la zona tuviesen que recurrir a vías alternativas para desplazarse.
En las ciudades, los efectos colaterales del temporal dejaron su huella y entre otras incidencias, en Lugo ciudad, cinco calles estuvieron cortadas al tráfico por inundaciones y hubo problemas de acceso al hospital de Calde por bolsas de agua en la calzada. Los fuertes vientos en la ciudad olívica provocaron multitud de incidencias, entre ellas la caída de varias planchas del tejado de la grada de Río del estadio municipal de Balaídos, así como el desplome de un andamio en la calle Elduayen.
En Pontevedra, los bomberos no pararon de retirar antenas, una buena lista de árboles, uralitas, tejas y aleros desprendidos. Además ante las previsiones de fuerte temporal para el fin de semana, el Concello decidió suspender la tradicional feria ambulante de fin de mes, que se celebraría mañana, sábado.
Algunos tejados de naves de los polígonos industriales de Gondomar, Pontevedra y As Pontes volaron por los aires a consecuencia de las fuertes ráfagas de vientos registradas en estas zonas. En el reguero de percances habidos una persona resultó herida por la caída de tejas y trozos de cornisas en la localidad ourensana de O Carballiño, mientras que otra fue lesionada por un letrero en la ciudad de A Coruña, desprendido por el fuerte viento.
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