22 de septiembre de 2011

Lo de la madera es denigrante.

Como presidente de la Asociación de Propietarios Madereros de Ourol hago un llamamiento especial para todos los propietarios -sean socios o no de esta agrupación, y a quienes aún pueden llegar a serlo- para que todos, unidos, podamos hacer frente a los empresarios del sector que nos están usurpando la mitad de lo que nuestros montes están produciendo.

Si la pasta de papel y otros derivados no variaran de precio teníamos que callarnos, pero no sucede así sinó al contrario. Hoy la tonelada de pasta de papel sobrepasa los 600 euros y la tonelada de troncos de eucalipto, los 30 euros con casca en el monte. Es denigrante. Esta petición la hago para que, dentro de nuestro municipio, todos juntos podamos reunir una cantidad de miles de toneladas de madera durante un año para poder hacer un contrato con alguien que nos pague un precio justo y no con algunos que nos están llevando hasta la sangre del cuerpo.


Pasamos varios años confiando en la asociación a la que pertenecemos, Promagal, donde todos unidos nos defendiéramos de estos monopolios existentes, como ocurrió con el contrato hecho con Estima Rey, portugués, alcanzando un precio de 39 euros con IVA incluido. Ahora con el nuevo contrato hecho con Ence bajó el precio de la tonelada y subió el de la pasta de papel hasta las nubes. Tengo que decir que la Mesa de la Madera en la Xunta no resolvió gran cosa, nada, a mi juicio vale para defender al más grande y la asociación Promagal, con el contrato que firmó últimamente con Ence, lo mismo.


La unión hace la fuerza. Hoy la tonelada de eucalipto con casca y en el monte no se puede vender a menos de 42 euros. Lo único que queda en Galicia es la madera, si esto falla pues tendremos que pensar en que nos alimenten desde Cáritas. Una vez que finalicen las fiestas de verano tendremos una reunión para todos aquellos que quieran personarse para tratar de muchos asuntos importantes y mi propuesta será que los socios disminuyan su cuota, si así lo respalda la mayoría. La crisis aprieta.


Fonte: La Voz de Galicia.